viernes, 11 de julio de 2008

Todo sobre mi madre, un film de Pedro Almodovar.

Hace Mas o menos un año vi por primera vez la película Todo Sobre Mi Madre. Este film, escrito y dirigido por Pedro Almodovar, es un "multidrama", hilvanado a partir de la historia de una mujer que ha perdido a su hijo. La muerte de su hijo la lleva a buscar al padre de el, de quien no ha sabido nada desde hace varios años, y quien desconoce la existencia de el hijo muerto. esta premisa da inicio a una historia que junta historias. La idea acá no es contar una historia como tal, sino dar una sección de tiempo, un momento en la vida de una mujer, historias que tocan la suya propia para ayudarle de cierta manera a sobreponerse, a través de la tragedia ajena, a la propia. Pareciera que la premisa principal en la historia es "Las tragedias unen". Cada personaje trágico que Manuela (la protagonista) conoce, llega a insertarse en su vida de alguna forma, aun cuando ya no están con ella. Cada personaje trágico tiene también su historia, su pequeña porción de tristeza y su carga de culpa. Nadie es inocente, y nadie esta excento de sufrir. Así, la perdida del hijo de Manuela (ligada de una manera obsesiva a la puesta en escena de "Un tranvía llamado deseo") no brota a la superficie, sino solo en los momentos en que las otras historias se difuminan o la tocan directamente. Manuela, como muchas otras mujeres, sufre en silencio mientras intenta ayudar a los demás.La película, visualmente, es en momentos impresionante. Las representación de la pasividad con la que la mayoría de personajes acepta su dolor, su tragedia, se ve realzada por tomas estáticas, silenciosas, en las que el movimiento solo es una mera demostración de que no se trata de una fotografía. La inclinación a los altos contrastes de Almodovar se ve en esta película de una manera menos obsesiva que en "La Mala educación", pero con mucha fuerza. La combinación de colores para realzar los sentimientos que la escena debe producir es bastante acertada.
Cabe señalar que esta es quizás la película mas melodramática (que he visto) de Almodovar. Con final feliz (dentro de lo posible), pero con una gran cantidad de excesos en cuanto a recursos dramáticos de "shock emocional". Se apela mucho a la sensibilidad del espectador para que la película sea realmente disfrutarle. Quien no soporte dos horas de desventuras y tristezas al mejor estilo griego, debe evitar esta película. Sin embargo, como con el mejor cine de Almodovar, el mero apartado visual merece la pena verla, aun así sea solo para poder observar esos momentos en que la combinación de cámara estática, y cámara en lento movimiento, nos hacen ver la panorámica de la sensación vivida por los protagonistas, sin siquiera usar una palabra.